lunes, 5 de enero de 2009

Ese Viejo Amor Pasado...



Cada noche busco su cuerpo, y siempre que lo hago debo conformarme con una carne mortal, ningun hombre ha podido igualar la mezcla de ternura y pasión inherente a sus espasmos. Casi 3 ó 4 meses y parece que sus murallas se fortalecen con cada día que transcurre, como si la distancia de su aroma acrecentara mi pasión, porque mis pensamientos han tenido que idealizar su imagen para continuar en la batalla, y he puesto virtudes en donde había defectos y he llenado con recuerdos ficticios todos los lugares del pasado que se hallaban vacíos.

Empezé a charlar con él,...
Éramos muy similares, cual dioses inmortales en un mundo banal, y eso comenzó a inquietarme; tan parecidos que alguna vez ella exclamó: “los dioses los crean y ellos se juntan...” Sin embargo olvidó decir que también los dioses se divierten frente a la ceguera del deseo amoroso, porque el sentimiento pasmante de atracción es como arena arrojada a los ojos, la cual nos impide ver más allá del ardor y del dolor, y en esos momentos cualquier intento de razonamiento es nulo, porque lo que se siente no puede discutirse, y ante la falta de discusión me convertí en un asidero de su imagen y no quise sacarlo de mi mente.
De la misma forma cada segundo pasado en su ausencia mellaba mi existencia. Cada mañana se convirtió en una lucha constante por tomar un lugar estratégico a su lado, cada cual tenía una táctica distinta y la mía consistía en escarbar a su alrededor para intentar pasar por debajo de sus muros; quizá la técnica era demasiado innovadora para ese momento, pero existieron ocasiones en las cuales obtuve magníficos resultados, sin embargo cada vez que perdía rasgaba mi cráneo y mi rostro, como si con ello arrancara el recuerdo de la derrota.
El mundo entero comenzó a girar en torno a el, y me dejé envolver, como un niña que llora y es acogida en los brazos de su madre y siente que no existe nada más fuera de su refugio,
ante su presencia, porque yo le di el lugar que ocupaba, el fue mi creación más perfecto, ambos cual semidioses nos movíamos en un mismo plano, me consumía a la espera del instante exacto en el cual pudiera atacar y ganar la guerra, pero ese momento se prolongó casi una eternidad.
Bastaba una palabra, un gesto, una breve insinuación para que mi odio se desbordara o para que la emoción excelsa me elevara por los cielos, el levantaba un dedo y yo sentía que una lanza atravesaba mi espalda y salía llevándose mis entrañas, rozaba mi piel y el contacto de nuestros cuerpos era inevitable, y mis sentidos exploraban su geografía, y mi mente alucinaba, y mi corazón estallaba de placer... Tuvieron que transcurrir algunas primaveras antes de un encuentro repentino bajo los arcos de piedra que me mantenían fuera de sus secretos; a primera vista no pudimos reconocernos, además su aspecto se había adaptado a las costumbres de un lugar desconocido y su belleza se hallaba cubierta por las sombras del tiempo, sin embargo el brillo en sus ojos continuaba ahí, fue ese esplendor quien avivó mi deseo, y el orgullo y la vanidad emergieron nuevamente.

Recuerdos, sólo imágenes sin cuerpo, vagas figuras dando vueltas en la mente mientras observo y mis dedos moldean su cintura. Han pasado meses y ahora que el sitio ha terminado y su piel ha sido mía, sé que no volveré a verlo, porque prefiero llenar mis manos con su ausencia y mi mente con lo dioso que yo inventé...

Experiencias, de quienes han dejado una gran huella, en el largo camino de la vida, y los recuerdos.... De aquellos amores y grandes pasiones. Una historia desarrollada en medio de maravillosos naranjos, testigos de tantos encuentros, en el papel de Finn; una chica comprometida, pero tratando de analizar, si está a punto de hacer lo correcto, entrelazandose entre dudas, pero logrando tener, y gracias a la ayuda de aquellas personas de experiencias, una mejor visión de que sí se puede tener la relación soñada.

Demasiadas experiencias vividas, una persona de muchas historias, las inquietantes, las duras, pero también maravillosos recuerdos, aquellos en donde no hay reglas, que simplemente se puedan seguir por instinto... Y en donde se tiene que ser valiente, para enfrentarlos.


Algo así como, tener la percepción del amor...

La búsqueda infinita de saber, si se puede amar intensamente y encontrar esos amores que curen tantas heridas, y den oportunidades de ser feliz.
Más que experiencias y trayectos vividos....

; Les dejo una frase : " EL TIEMPO PUEDE LLEVARSE TODO... MENOS LOS RECUERDOS " .

No hay comentarios:

Publicar un comentario